Esta propuesta de autorretrato es un testimonio visual del choque entre dos mundos: la apacible llamada de la montaña y el estruendo de la vida citadina. Busco personificar el anhelo de aventura y libertad, aun en medio del caos urbano. Resaltando la dualidad de la experiencia migratoria, donde la búsqueda de nuevas fronteras se entrelaza con la lucha por encontrar un lugar al cual pertenecer.
Esta fotografía es un recordatorio de que, incluso en medio del caos de la ciudad, el anhelo por la aventura y el explorar sigue latiendo en el corazón de aquellos que se atreven a soñar en grande.